¿Por qué nos hemos centrado en la biomasa de Vitreoscilla filiformis?
Vitreoscilla filiformis (Vf) es una:
- Bacteria aeróbica, Gram-negativa
- No patógena
- No fotosintética
- No fructificante y deslizante perteneciente al orden de las Beggiatoales3,4
- Es una bacteria transparente filamentosa— su nombre se debe a su morfología— aislada en el lago Erie, un lago oligotrófico de Norteamérica3-5
Pertenece a un grupo de bacterias que aparecen de forma natural en las aguas termales y que se ha empleado tradicionalmente en el tratamiento de enfermedades inflamatorias crónicas de la piel.4 Hace 25 años que se cultiva Vf a escala industrial para generar un lisado bacteriano que se usa en productos de tratamiento para la piel, como emolientes.4,5
El interés de la biomasa de Vf ha sido estudiado en varios estudios clínicos.
Biomasa de Vf:¿cómo funciona?
En 2013, se llevó a cabo un estudio para investigar los mecanismos subyacentes de la eficacia de la biomasa de Vf en la dermatitis atópica. Se demostró que la señal Vf se transmitía con éxito a las células bajo la superficie de la piel, una observación incongruente con las ideas convencionales sobre las propiedades de barrera de la epidermis, pero congruente en base a los últimos descubrimientos sobre la influencia de la penetración de la microbiota en la dermis y la existencia de un equilibrio en la barrera epidérmica. Además, los autores revelaron que induce la maduración de células dendríticas IL-10 +, el mecanismo que necesitan los receptores de tipo toll 2 (TLR2) para la producción de IL-10.7,8
Las pruebas in vitro e in vivo señalan que la biomasa de Vf estimula las defensas antioxidantes endógenas de la piel:
En resumen, actúa como un desencadenante bacteriano exógeno, induciendo una reacción de defensa homeostásica y proporcionando un escudo biológico protector que refuerza la resistencia cutánea y los mecanismos de defensa.4
Aqua Posae filiformis: búsqueda de una mayor eficacia en la microbiota cutánea
Aqua Posae filiformis es un lisado de Vf (biomasa de Vf) cultivado en el agua termal de La Roche-Posay (LRP-TSW), que contiene dos oligoelementos exclusivos (selenio y estroncio) con acción catalizadora de las enzimas bacterianas.
Además de lo referido sobre la eficacia de la biomasa Vf, varias publicaciones han destacado los efectos en la piel del agua rica en selenio, ofreciendo una protección a corto y largo plazo frente a las especies reactivas de oxígeno generadas por la radiación ultravioleta, la inflamación y la irritación.4
Por otra parte, el agua termal de La Roche-Posay (LRP-TSW) dispone de su propio perfil bacteriológico y ha demostrado su capacidad para aumentar ciertas concentraciones bacterianas directamente, así como para mantener un equilibrio de minerales específico que promueve la proliferación y el metabolismo de determinadas bacterias:es lo que se podría denominar «el efecto prebiótico del Agua Termal de La Roche-Posay».9
Añadir agua termal rica en selenio y estroncio a un medio de cultivo de Vf permite obtener una biomasa con una mayor capacidad de activación de la superóxido dismutasa mitocondrial. La nueva biomasa estimula una expresión más potente del mRNA para péptidos antimicrobianos y otros mecanismos de defensa del sistema inmunitario innato a través de la activación del TLR2 en la epidermis reconstruida.2,4,5
Por otro lado, se ha asociado a APF una fuente de carbono específica, la manosa, conocida por impulsar la proliferación de la familia Xanthomonadaceae, para mejorar su eficacia.1
El interés de APF: evidencias clínicas recientes en el ámbito de la DA
En 2017 se publicaron los resultados de un estudio comparativo aleatorizado y doble ciego, realizado en 60 pacientes con DA moderada (SCORAD = 21± 8) en el que se comparaban los efectos de un emoliente con APF y un emoliente sin APF.1
Dichos resultados revelaron que el APF es capaz de normalizar la microbiota cutánea y reducir los síntomas de la DA como mínimo durante un mes tras la finalización del tratamiento de forma más eficaz que cualquier otro emoliente.1
El estudio demostró por primera vez que la aplicación tópica de un posbiótico (es decir, extractos abióticos de bacterias no patógenas) asociado con elementos prebióticos constituye un enfoque terapéutico interesante para modular o equilibrar el sistema inmunitario . Por lo tanto, equilibrar la microbiota cutánea puede resultar beneficioso para el tratamiento de diversas enfermedades cutáneas con un componente inmunitario, como la DA y otras enfermedades inflamatorias como el acné, la rosácea y la psoriasis.1