Los tatuajes se están volviendo cada vez más comunes en la sociedad de hoy en día, especialmente con la aparición de las técnicas de eliminación de tatuajes por láser.
Se piensa que millones de personas en el mundo occidental sufren de problemas de salud transitorios o persistentes tras tatuarse:
- 67,5%: problemas cutáneos
- 6,6%: reacciones sistémicas
- 9%: problemas de salud (cuatro semanas después de tatuarse, especialmente en el caso de los tatuajes con colores1)
El tatuaje de la piel introduciendo partículas de pigmentos e ingredientes con tinta en la dermis convierte la piel normal en piel anormal. Las tintas de tatuaje de hoy en día son compuestos con ingredientes desconocidos y una gama de contaminantes químicos. Los pigmentos en la piel van desapareciendo con el tiempo, y al mismo tiempo liberan pequeñas cantidades de elementos químicos y metabolitos que podrían causar daños, como alergias. Los elementos del tatuaje escapan en parte a través de linfa y se depositan en los nodos linfáticos locales. Los nodos quedan teñidos de forma invisible junto con la piel. Sin embargo, cantidades desconocidas de nanopartículas de pigmentos pueden llegar al flujo sanguíneo y en teoría podrían dañar otras partes del cuerpo.2
Las complicaciones del tatuaje son reacciones adversas graves que se manifiestan como anormalidades o patologías objetivas asociadas a síntomas clínicos o subjetivos de una gravedad considerada como una enfermedad o discapacidad. Los grupos dominantes son las reacciones alérgicas en los tatuajes rojos y las reacciones papunodulares en los negros.3,4
¿Cómo reconocer la alergia producida por los tatuajes?
La introducción de una sustancia extraña en la piel durante el tatuaje puede producir:
- Una respuesta tóxica
- Una respuesta inmunitaria
La aparición de este tipo de reacciones de hipersensibilización puede ser variable, desde poco después de la aplicación del tatuaje hasta varios años después, y puede desencadenarse al volverse a tatuar.
Aunque poco común, pueden aparecer reacciones generalizadas debido a una autosensibilización que puede explicar por qué las reacciones al tatuaje se generalizan. Una reacción de hipersensibilidad localizada estimula el sistema inmunitario dando lugar a erupciones cutáneas en zonas distantes.5
La imagen clínica es muy variable e incluye lesiones eccematosas, liquenoides, pseudolinfomatosas y reacciones como urticaria de contacto o reacciones fotoalérgicas.
Desafortunadamente, las pruebas de parche muestran a menudo resultados negativos, quizás porque es difícil encontrar pruebas de parche adecuadas debido a las bajas capacidades de dispersión de la mayor parte de los pigmentos.
Recomendaciones para aumentar las reacciones positivas de las pruebas de parche:
- Tiras
- Lecturas retardadas
- Fotoparche para pigmentos rojos
Los mecanismos inmunes involucrados están aún sujetos a especulación.
Se asume una vía alérgica específica con un patrón dérmico-inmunológico, que probablemente pasa por alto los mecanismos establecidos en la penetración del alérgeno transepidérmico. De modo que se necesitan más pruebas intracutáneas, que incluyan, obviamente, lecturas retardadas.5
El diagnóstico de alergia producida por tatuajes se realiza en la ausencia de una referencia de prueba válida y basados en los siguientes criterios clínicos:
- Las reacciones alérgicas son monomórficas, por ejemplo, manifestándose de forma uniforme en un solo color y en todos los sitios donde ese color específico fue aplicado en el tatuaje;
- La sensibilización inicial puede quedar en un estado de latencia durante semanas, meses e incluso años desde el momento en que se realiza el tatuaje hasta que aparece la reacción;
- Una vez que se produce la reacción, esta es constante, crónica, molesta y resistente a la terapia con corticoides tópicos;
- Un criterio seguro de alergia es inducir una/unas reacción(es) alérgica(s) parecida(s) en un tatuaje del mismo color situado en otra región anatómica, y que hasta ese momento hubiera sido tolerado, esto es una manifestación de reactividad alérgica cruzada.2