¿Qué ha de hacerse en la práctica?
A pesar de su complejidad, las fotodermatosis se pueden identificar usando un método sistemático y con un diagnóstico preciso para controlar mejor las reacciones de fotosensibilidad.

En caso necesario, los pacientes deberán valorar cambios en su estilo de vida (por ejemplo, evitar el sol durante las horas centrales del día) o incluso cambios laborales, si su trabajo les obliga a trabajar en el exterior. Obviamente, si se identifica como causante un fármaco externo, deberá evitarse dicho fármaco.3
Consideraciones diagnósticas especiales en pacientes pediátricos5,6
Aunque las fotodermatosis no son habituales durante la infancia, su aparición provoca incomodidad en el niño y ansiedad en la familia. La gran mayoría de las fotodermatosis en niños son casos de erupciones polimorfas lumínicas.
Diagnosticar fotodermatosis en niños es muy complicado:
- Los signos clínicos incluyen diversas erupciones que normalmente se localizan en la piel expuesta al sol.
- Las pruebas de provocación pueden ofrecer información útil, pero rara vez se realizan pruebas de fotoparche en niños para identificar fotosensibilizantes externos.
- Para distinguir entre las fotodermatosis idiopáticas y el lupus eritematoso se puede recurrir a la inmunoserología y, en ocasiones, a la inmunofluorescencia en lesiones cutáneas.
- Las pruebas genéticas pueden ser de utilidad para las genofotodermatosis.
Cuando se detecta una fotosensibilidad grave poco después del nacimiento (por indicios como gritos en respuesta a la exposición a la luz o manchas rojizas en los pañales), puede sospecharse de porfiria eritropoyética congénita. Otras dermatosis que pueden aparecer durante el primer año de vida incluyen las porfirias homocigóticas y, en ciertos casos, la porfiria cutánea tarda familiar. El lupus neonatal puede presentarse en las semanas posteriores al nacimiento como un sarpullido eritematoso, policíclico y con descamación que aparece incluso en zonas no expuestas al sol. Por suerte, el lupus neonatal desaparece durante el primer año de vida cuando se elimina el anticuerpo anti-Ro. En los niños con xerodermia pigmentosa puede detectarse una mayor sensibilidad al sol durante los dos primeros años de vida. La urticaria solar suele producirse en niños de mayor edad o adultos, pero también puede presentarse en lactantes.4